Una vez que el perro ha aprendido el comando sentado o echado, el siguiente paso es enseñarle la orden de quedarse quieto. Descubre un método rápido y eficaz
Enseñarle al perro a detenerse con el comando “quieto” es fundamental para la seguridad del animal, y para que ambos tengan una convivencia tranquila. Puede ser útil, por ejemplo, si te encuentras en situaciones peligrosas cuando caminan por la calle o si, al invitar huéspedes a tu casa, tu perro tiene comportamientos que pueden resultar desagradables. Después de aprender a sentarse o acostarse, el siguiente paso será la orden “quieto”.
Enseñar al perro a quedarse quieto
Enseñarle al perro el comando quieto es muy simple. Básicamente, existen dos métodos que son muy similares entre sí, que se aprenden rápidamente y que prometen resultados seguros e inmediatos.
Primer método
- Primero haz que tu perro se siente, y luego párate a su derecha;
- Coloca tu mano con la palma abierta frente a la cara del perro y acompaña la señal visual con la señal auditiva “quieto”;
- Luego trata de rodearlo asegurándote de que no se levante ni se mueva. Una vez que ha ejecutado bien la orden, dale inmediatamente una recompensa y elógialo.
Todos los días, prueba su comprensión del comando “quieto” ampliando la circunferencia recorrida alrededor suyo, cada vez más hasta que haya comprendido la prueba.
Segundo método
El segundo método es muy parecido al primero, consiste en que no te debes colocar a la derecha sino frente al perro, y levantar la mano frente a sus ojos, siempre con la palma abierta. Luego, retrocede poco a poco manteniendo el brazo levantado. Si el perro no te sigue y permanece sentado, debes recompensarlo; de lo contrario, regresa y vuelve a intentarlo nuevamente.
No olvides darle el premio o la galleta inmediatamente después de que el perro haya cumplido la orden.
Enseñar al perro a quedarse quieto: consejos
Para enseñarle al perro a sentarse y quedarse quieto, es bueno seguir algunas precauciones. En primer lugar, asegúrate de que tu amigo de 4 patas se siente en un lugar que lo haga sentir cómodo y que no esté mojado, húmedo o sucio.
Debes ser constante en el adiestramiento y reservar unos minutos todos los días para enseñarle a tu perro a que se quede quieto. Sirven cinco minutos dos veces al día para que aprenda el comando. También asegúrate de estar de buen humor para adiestrar al perro: si estás nervioso o cansado, evita acercarte a él, ya que te arriesgas a enfadarte y hacerle percibir solo sentimientos negativos en ese momento.
Pronuncia el comando “quieto” con un tono alegre y asegúrate de hacerlo siempre de la misma forma para permitir que el perro asimile el comando y no lo confunda. Utiliza un tono firme solo si el perro se equivoca.
Comprueba que tu perro ha entendido el comando quieto alejándote y diciéndole “ok” para que te alcance.
Si sigues todos estos pasos, lograrás enseñarle el comando quieto a tu fiel amigo. Si tienes más dudas, puedes consultar a un profesional cerca de tu casa, que te brindará una buena atención y responderá a todas tus preguntas.
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