Es una de las razas más antiguas, presentes desde los tiempos de los egipcios: estamos hablando del galgo, que a lo largo de la historia ha evolucionado y se ha expandido por todo el mundo.
Los orígenes del galgo se remontan a la antigüedad, de hecho, hay petroglifos que los retratan desde hace 10000-12000 años. La raza reconocida por la F.C.I. más antigua es el lebrel egipcio, conocido como Saluki, era estimado por Alejandro Magno en el año 329 aC. Luego encontramos el lebrel irlandés, presente desde la literatura del siglo V; hasta llegar al galgo español y el pequeño lebrel italiano.
Estos son los tipos de galgos reconocidos por la FCI:
Lebreles de pelaje largo o ondulado:
Lebreles de pelo duro:
Lebreles de pelo corto:
- Azawakh (Galgo africano)
- Galgo español
- Greyhound (Galgo Inglés)
- Lebrel polaco
- Magyar agar (Galgo Húngaro)
- Pequeño galgo italiano (Lebrel italiano)
- Sloughi (Galgo árabe)
- Whippet
La característica común de los galgos, es la cabeza pequeña y el cuerpo delgado, pero esta raza se diferencia por sus diferentes formas que adquiere según el país de origen: el lebrel afgano se caracteriza por tener el pelo sedoso y largo; el galgo inglés de pelo corto destaca por su gran velocidad, si está bien entrenado puede alcanzar los 72 km/h.
El lebrel irlandés de pelo áspero se conoce como “el gigante” de las razas de perros, puede llegar a medir 80 cm al hombro; el galgo polaco se aparta de los otros de su raza por su fuerte y robusta constitución física.
Galgo: carácter
El galgo es una raza de perros que tiene diferentes actitudes de comportamiento dependiendo del tipo de lebrel. En general, es un animal independiente, limpio e inteligente, pero el comportamiento de las razas individuales es diferente.
Por ejemplo, el Whippet y el pequeño galgo italiano son dulces y amables con el dueño, incluso si es desde hace poco que se encuentran en la casa, por el contrario, el galgo africano y el persa o Saluki, analizan bien al dueño para comprender si realmente merece su lealtad, resultando cauteloso y tímido.
En este último caso, el galgo evalúa cuidadosamente si debe obedecer o no. Y no sirve de nada imponerse con la fuerza, por eso el dueño debe mostrarse como una persona coherente, amable y confiable. En cuanto a las otras razas, son lo suficientemente sencillas de adiestrar (utilizando únicamente los buenos modales), muy limpias y casi telepáticas: cuando comienzan a respetar al dueño, lo harán para siempre.
Galgo: necesidades
Obviamente, por haber sido un perro perseguidor y de caza en la antigüedad , el galgo necesita correr en grandes espacios, ya sea en una playa o en un prado. Su necesidad de divertirse y correr la puede satisfacer en las pistas, en donde no se permitan apuestas, dejando lugar a una sana actividad deportiva.
Esta raza está dotada de fuerza física, velocidad y resistencia: por esta razón, es recomendable hacerla vivir en una casa que tenga cerca grandes espacios (jardín, parque, etc.) y no en 50 metros cuadrados de casa.
Es muy limpio y respetuoso por naturaleza, pero requiere técnicas de entrenamiento específicas y funcionales, por lo que será difícil hacerlo crecer y educarlo en espacios reducidos; también necesita una hora para dar rienda suelta a su necesidad innata de correr.
Los paseos tranquilos en la playa, en las montañas o en el campo son bienvenidos y recomendables cuando se trata de los perros galgos.
El galgo y su antepasado
El galgo se presta fácilmente a diversos usos gracias a su carácter. Es muy amado en la familia por su dulzura y tranquilidad, de hecho, si se adiestra con modales firmes y suaves al mismo tiempo, se adapta fácilmente a la vida del apartamento, así como a la vida al aire libre.
Sin embargo, esta raza ha estado vinculada durante siglos como figura presente en los entornos de las cortes en Europa, manteniendo la apariencia de un perro servil. En estos entornos, no solo desarrolló la elegancia del perro de compañía, sino también la habilidad de los perros de caza. De hecho, la mirada astuta, la velocidad y el olfato desarrollado hacen del galgo un excelente perseguidor.
Una de las actividades más amadas del público son las carreras de galgos, que es una de las disciplinas deportivas correspondientes a las competiciones caninas.
Galgo: relación con el dueño
Como ya hemos mencionado muchas veces, el galgo es una raza con un carácter particular. De hecho, no se apega inmediatamente a su dueño, sino que es este último quien debe ganar su admiración. Algunas razas, más que otras, deben estudiar al ser humano por un tiempo antes de considerarlos su “dueño”.
El dueño ideal de un galgo, por lo tanto, debe demostrar ser colaborativo, amable y coherente: colaborador en el contexto de la caza, por ejemplo, ya que el perro quiere ir a buscar su presa sin ser “perturbado” por el dueño, es muy amable, naturalmente independiente y requiere la misma calma del entorno que lo rodea, coherente en la vida diaria, porque en estos casos el galgo decidirá respetarte y estimarte.
Galgo: salud y patologías
Esta raza, sin embargo, está sujeta a algunas patologías. La más común es el hipotiroidismo. De hecho, el galgo se caracteriza por tener un nivel de hormona tiroidea por debajo de los valores de referencia utilizados para las otras razas de perros. Los síntomas de la enfermedad son:
- Aumento de peso sin que tenga un aumento del apetito
- Tiene una menor tolerancia al frío
- Pelaje seco, sin brillo, frágil y con comezón
- Infecciones crónicas en la piel y en los oídos
- Ritmo cardíaco lento
- Cambios de conducta: agresión, ansiedad, compulsión y convulsiones.
Además, otros tipos de patologías frecuentes que pueden afectar a los galgos son: osteosarcoma (un tipo de cáncer que ataca los huesos), patologías dentales y acné de la piel localizado en el pecho.
Galgo: relación con los niños
En general, los niños son amados por los galgos. Su naturaleza dulce y suave les permite establecer una relación duradera con los más pequeños. Sin embargo, los padres deben establecer reglas.
Esta raza es conocida por su gran tamaño y su velocidad, por lo tanto, no es aconsejable dejar a los niños demasiado pequeños solos con este tipo de perro, ya que un movimiento repentino del galgo podría causarles molestias.
Además, es esencial enseñar al niño el “lenguaje de los perros”, que no está dotado con palabras, pero puede ofrecer varias señales con su cuerpo. Es bueno no molestar al perro mientras come o duerme, y dejar de jugar con él si notas un gruñido, el pelo levantado en su cuello y la cola en forma de gancho.
En estos casos, los padres deben intervenir con calma para no asustar al niño o al perro, y hacer entender al niño cuáles son los signos que muestra el lebrel. En conclusión, el galgo si es respetado, es dulce, gentil y puede llegar a ser un excelente amigo para los más pequeños de la familia.
Galgo: relación con otros perros
En general, es recomendable no traer directamente un nuevo perro a casa cuando ya hay otro. Cuando llega el nuevo perro, siempre se debe controlar la situación para ver si puede surgir algún tipo de nerviosismo y, por lo tanto, si suceden episodios, separarlos de inmediato. De hecho, al principio deberán pasar por una fase de conocimiento mutuo y cuidado porque pueden aparecer nuevos comportamientos incluso después de unas pocas semanas.
En conclusión, el encuentro debe gestionarse con mucho cuidado, especialmente con perros pequeños y ágiles, verifica si tu perro lo observa incluso cuando intentas distraerlos, en este caso, es aconsejable usar un bozal específico para perros galgos. También se debe tener cuidado en las áreas para perros, de hecho, es recomendable realizar las primeras caminatas con una correa, explorando las cercanías.
Galgo: cría y precio
La cría de galgos está extendida en casi todas las partes del mundo dependiendo el tipo de galgo. Sin embargo, su precio y su rareza, radican en el hecho de que es una raza de élite, un perro de compañía que ha vivido en todos los continentes desde las civilizaciones más antiguas.
Por ejemplo, un ejemplar de lebrel afgano dulce y cariñoso puede costar alrededor de 2.500 euros, unos 2800 dólares. En cambio, el pequeño lebrel italiano o el lebrel irlandés son más baratos: oscila entre 1.000-1600 euros, de 1100 a 1700 dólares. O, por ejemplo, el luchador y determinado galgo polaco puede costar alrededor de mil euros, unos 1100 dólares.
Ahora que hemos aclarado los aspectos más importantes, puedes ir en busca de tu nuevo amigo de 4 patas, que seguramente te está esperando.
Galgo: curiosidades
Como hemos mencionado al principio, el galgo es un perro particular y, para no negarlo, tiene algunas curiosidades interesantes.
El Greyhound (galgo inglés) es una raza que tiene tendencia a “caminar en trance”. Este fenómeno, llamado «trancing», ocurre cuando el lebrel pasa lentamente con la espalda por debajo de las ramas u hojas. El perro puede permanecer inmóvil durante varios minutos disfrutando de la sensación física del roce. No hay necesidad de alarmarse, el perro está bien, es recomendable despertarlos con un toque suave que no cause daños.
Otro comportamiento original del galgo es el llamado “síndrome de la estatua”, que lo presenta en situaciones de alto estrés, por ejemplo cuando aún se está adaptando a la vida en su nueva familia y a un nuevo entorno. Parece inconsciente, petrificado, mirando al espacio: es aconsejable que cuando el perro muestre este comportamiento, lo animes con amabilidad y dulzura.