En nuestro artículo analizamos la hernia discal en los perros, los síntomas y cómo tratarla
En este enfoque, iremos de hecho a profundizar las características, analogías y las diferencias entre la hernia de disco en humanos y la hernia discal en los perros. Seguramente ya has oído hablar de discos herniados al menos una vez en la vida. Es una patología muscular que ciertamente no es rara en los seres humanos, pero también afecta a nuestros amigos de cuatro patas.
En ambos casos, estamos hablando de una enfermedad degenerativa que afecta a los discos intervertebrales. En resumen, debes saber que entre una vértebra y otra se encuentran estos discos “pulposos” que actúan un poco como amortiguadores.
Hernia de disco en perros: causas y tipos
Analicemos mejor la estructura y la composición: es un cúmulo de pulpa que forma un núcleo. Este núcleo tiene una consistencia gelatinosa, que con el paso de los años y el envejecimiento del perro se vuelve gradualmente más rígido.
¿Cómo puede venir una hernia discal? ¿Qué es exactamente lo que causa una hernia de disco? Básicamente, a través de un esfuerzo físico de algún tipo. Un salto o un movimiento incorrecto, por ejemplo. Este esfuerzo excesivo genera un trauma: este es el comienzo de la hernia de disco. En este punto, es bueno hacer una distinción y dividir esta patología en dos categorías diferentes:
- Hernia de disco Hansen 1
- Hernia de disco Hansen 2
- La primera se llama hernia discal aguda y afecta principalmente a los ejemplares caninos jóvenes (de 3 a 6 años) de manera repentina.
- El segundo se define como una hernia discal crónica y generalmente se manifiesta en perros mayores. De todas maneras también hay varios tipos de perros involucrados en ambos casos.
La hernia discal aguda afecta principalmente a las llamadas razas “condrodistróficas” (con extremidades cortas), como el perro salchicha, el caniche o el yorkshire. Por el contrario, la crónica es común en razas “no condrodistróficas”, como el pastor alemán y el labrador.
Hernia discal en perros: síntomas
- Dificultades de movimiento;
- Dolor de espalda o vientre;
- Espasmos musculares a lo largo de la columna;
- Espalda arqueada;
- Dolor en el cuello;
- Espasmos musculares en el cuello;
- Cuello arqueado y la cabeza la lleva baja;
- Pérdida del control urinario y fecal o retención urinaria;
- Comportamiento ansioso;
- Vocalizaciones si se toca o se trata de mover;
- Incapacidad para usar una o más piernas;
- Dificultades de coordinación.
¿Cuáles son los síntomas más comunes? Obviamente, el dolor y la falta de coordinación general. Una disfunción progresiva del movimiento de las patas traseras. Pero también daños neurológicos (que puede llevar a una leve cojera o incluso a una parálisis total).
En primer lugar, digamos que el perro comenzará a cambiar de postura y marcha, casi siempre arqueando la espalda en el área más comprometida. Además, a medida que la enfermedad progresa, el perro perderá sensibilidad y tendrá problemas para orinar o defecar.
No hace falta decir que gradualmente el perro perderá elasticidad y tono muscular, resultando más débil y cansado. También perderá peso!
Hernia de disco en perros: tratamientos
A veces un descanso es suficiente, quizás un par de semanas. En otras ocasiones, la situación empeora o no mejora, por lo tanto, es esencial ponerse en contacto con el veterinario de confianza y no tomar el asunto a la ligera.
Especialmente cuando las habilidades motoras del animal se ven notablemente afectadas, la intervención quirúrgica suele ser la solución más adecuada, obviamente precedida por la resonancia magnética o, en cualquier caso, por las pruebas recomendadas por el veterinario. Un período de rehabilitación y fisioterapia, seguramente será estrictamente necesario.
Las cosas que se deben evitar durante el curso de la enfermedad son: pisos resbalosos que pueden complicar aún más el movimiento de nuestro amigo de cuatro patas, caminos con subidas y descensos que son difíciles de sostener.
Ayúdalo a: mantener una postura correcta incluso durante el sueño con un “colchóncito” adecuado, en el caso de que las dificultades motrices sean muy evidentes, cambie la posición del perro para evitar la formación de úlceras y lesiones, use un arnés especial para perros con problemas de hernia, no haga que el animal engorde (tal vez viciándolo demasiado en la mesa para “animarlo”).
Si tienes más dudas, puedes consultar a un profesional cerca de tu casa, que te brindará una buena atención y responderá a todas tus preguntas.
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