La leptospirosis en los perros es una de las enfermedades más comunes en nuestros amigos de cuatro patas
La leptospirosis en los perros, conocida también como enfermedad de Weil o ictericia de Weill, es una enfermedad bacteriana de los perros que puede tener consecuencias muy graves en las mascotas pero que, además, puede contagiarse a las personas y a otros perros a través de diversas formas, una de ellas es la orina.
La bacteria responsable de la enfermedad es precisamente la Leptospira. La leptospirosis canina es una de las enfermedades más extendidas, especialmente en el otoño.
¿Cómo se contrae la leptospirosis en los perros?
Desafortunadamente, existen muchas formas de que un perro se infecte, algunos por contacto directo y otros por contacto indirecto. Por ejemplo, por contacto con animales portadores o indirectamente a través de líquidos infectados.
Leptospirosis en perros: causas
Entrando en más detalle podemos hacer una lista más precisa. El contacto con animales como ratas, zorrillos, vacunos y cerdos es definitivamente un riesgo.
Especialmente si el perro muestra heridas, mordeduras o moratones por donde puede penetrar la bacteria, debido a que el microorganismo infecta en primer lugar las mucosas o heridas cutáneas para después pasar a la sangre (leptospiremia, de 4 a 12 días). Luego invade el epitelio renal y el hígado. También puede causar daños a nivel del sistema nervioso central.
La vía de transmisión de la leptospirosis canina es la urinaria, también hay que tener cuidado con el agua ingerida por el perro, que podría estar contaminada. Lo mismo ocurre con la ingestión de la carne de animales infectados (especialmente ratas). Puede contagiarse también por vía placentaria.
Al leer cuáles son las causas más probables de contagio, comprenderás que los riesgos siempre están a la vuelta de la esquina, incluso más en lugares llenos de otros animales (como las perreras, por ejemplo).
En este artículo intentaremos dar algunos consejos útiles sobre cómo tratar la leptospirosis en los perros y cómo prevenirla. Cómo notarla, si el perro está infectado. Y sobre todo, cómo tratarla a tiempo.
Leptospirosis en perros: síntomas
¿Pero qué efectos tiene esta bacteria en el organismo? ¿Qué órganos se dañan más? La leptospirosis daña principalmente los riñones y el hígado.
Estas son bacterias que tienen una baja resistencia al frío, o más bien, resisten temperaturas no inferiores a 0 grados centígrados, por lo que es muy difícil que ataque en invierno, prefiriendo el período desde finales del verano hasta fines del otoño.
Los sujetos más sensibles a contraer la leptospirosis son, con excepciones, por supuesto, perros menores de un año o aquellos que no han sido vacunados. En este caso, el sistema inmunológico es más deficiente de lo normal y el animal se convierte en una presa fácil para las bacterias.
Obviamente, debe especificarse que existen algunas formas graves de leptospirosis en perros y otras leves. La sintomatología varía en intensidad, pero hay algunas diferencias.
En la forma leve, por ejemplo, hay vómitos y tos. Las náuseas a menudo van de la mano con la falta de apetito. A veces también pueden ocurrir problemas en los ojos.
Si la patología, en cambio, llega a niveles más altos, además de vómitos, pueden aparecer fiebre y temblores junto con una deshidratación general.
Todos estos síntomas también varían en intensidad dependiendo de algunos factores “externos”, como el tamaño del perro, su “historial médico” (y su estado de salud en general) y el entorno en el que el animal pasa la mayor parte del tiempo.
Leptospirosis en perros: cuidado y prevención
¿Y cómo funciona el curso de la enfermedad? La fase más aguda de la leptospirosis canina puede durar hasta 10 días. Sin embargo, para eliminar completamente las bacterias de su organismo puede tomar incluso meses.
Pero, ¿cómo se trata y, mejor aún, cómo se previene la leptospirosis en perros? Además de hidratar apropiadamente a tu fiel compañero de cuatro patas poniendo siempre a su disposición agua limpia, el método más efectivo para prevenir la leptospirosis es la vacuna, con sus revacunaciones anuales.
En cualquier caso, nuestro consejo siempre es contactar a tu veterinario para obtener más aclaraciones y evaluaciones que tengan en cuenta el registro médico de tu mascota.
Para terminar, pero no menos importante, una advertencia fundamental: recuerde que la leptospirosis es contagiosa para los humanos y potencialmente muy peligrosa.
Tener cuidado en la prevención, o detectar la patología en el perro a tiempo, puede salvar la vida también de su amo y su familia.
Si tienes más dudas, puedes consultar a un profesional cerca de tu casa, que te brindará una buena atención y responderá a todas tus preguntas.
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