El síndrome de Cushing en los perros o hiperadrenocorticismo es una enfermedad que presenta varios síntomas y que no se deben subestimar
El hiperadrenocorticismo canino, más comúnmente conocido como la síndrome de Cushing en los perros, nombrada así por su descubridor, es una enfermedad más común en los perros mayores, debido a que su incidencia aumenta con la edad.
Puede afectar a todas las razas caninas, aunque algunas razas como el Barbet, el Beagle y el Dachshund parecen estar más predispuestas. Esta patología se caracteriza por una producción excesiva de cortisol por las glándulas suprarrenales, que están localizadas encima de los riñones.
El síndrome de Cushing en el perro puede tener tres causas diferentes:
- Tumor hipofisario: es una neoplasia que afecta a la glándula pituitaria localizada en el cerebro; esto produce el aumento de una hormona llamada ACTH, que estimula en exceso las glándulas suprarrenales y causa la producción anormal de cortisol. Esta es la causa más frecuente del síndrome de Cushing en perros, cuantificable en alrededor del 85% de los casos.
- Tumores suprarrenales: en este caso, la neoplasia afecta a una o ambas glándulas suprarrenales, que comienzan a producir un exceso de cortisol.
- Administración de corticosteroides: El síndrome de Cushing en los perros también puede estar causada por una ingesta masiva de corticosteroides, en dosis excesivas o prolongadas en el tiempo, o por una retirada repentina del medicamento, sin la reducción necesaria progresiva. En este caso hablamos de hiperadrenocorticismo iatrogénico del perro.
Síndrome de Cushing en perros: síntomas
Los síntomas de la síndrome de Cushing en los perros son muy variados y, en ocasiones, el dueño de la mascota los puede subestimar inicialmente porque no son específicos o pueden ser atribuibles a la vejez del perro.
En cambio, es importante identificar la enfermedad lo antes posible, ya que esto puede contribuir a una mejor calidad de vida del animal, y también a mejorar el curso de la enfermedad.
Los primeros síntomas de hiperadrenocorticismo en perros son:
- Producción de abundante cantidad de orina (poliuria);
- Orinar en lugares inapropiados: el perro, incluso si nunca lo había hecho antes, puede orinar en casa;
- Aumento de la sed (polidipsia);
- Incremento del hambre (polifagia);
- Vientre hinchado.
Estos síntomas iniciales son los que el dueño de la mascota puede notar, y que debería prestar la debida atención. A continuación, se enumeran otros síntomas que pueden presentarse a medida que avanza esta enfermedad:
- Hiperpigmentación de la piel, adquiere un color oscuro;
- Pérdida de pelo (alopecia);
- Infecciones urinarias;
- Agrandamiento de Hígado;
- Debilidad muscular;
- Ceguera;
- Tromboembolismo pulmonar.
Síndrome de Cushing en perros: diagnóstico
Para diagnosticar el hiperadrenocorticismo en el perro, el veterinario, además de observar los signos clínicos, y confiar en la descripción de los síntomas expuestos por el dueño del perro, deberá realizar algunas pruebas específicas para confirmar completamente el diagnóstico.
El primer paso generalmente consiste en el análisis de sangre, que revelará un aumento en los glóbulos rojos, hemoglobina, hematocrito y transaminasas, así como también leucograma de estrés, aumento del colesterol y niveles altos de glucosa en la sangre. Una prueba de orina por lo general, también indicará un peso bajo específico.
Se continúa con la realización de una ecografía abdominal para observar el estado de las glándulas suprarrenales, que podría presentar una masa tumoral, en caso de que el síndrome de Cushing sea causada en el perro por una neoplasia en las glándulas suprarrenales, o que pueda aumentar de tamaño cuando se somete a estimulación excesiva; también el hígado generalmente puede observarse agrandado.
La confirmación definitiva del diagnóstico de hiperadrenocorticismo en perros, sin embargo, solo se puede obtener mediante una prueba específica: la estimulación con ACTH.
Primeramente, se debe analizar el perro en ayunas para verificar el nivel basal de cortisol, después de esto, se administra ACTH por vía intravenosa o intramuscular, y después de una hora se repite el muestreo para medir el cambio en la concentración de cortisol en la sangre después de haber realizado la estimulación. Si el valor es superior a 20, la probabilidad de Cushing en el perro es alta.
Síndrome de Cushing en perros: curación
Si la causa de Cushing es un tumor en las glándulas suprarrenales, la cirugía generalmente se realiza con extirpación, mientras que cuando la enfermedad es iatrogénica, se suspenden las terapias basadas en corticosteroides.
Si, en cambio, se trata de un hiperadrenocorticismo hipofisario, el tratamiento apunta a mantener la producción de cortisol bajo control con medicamentos específicos: el más utilizado es el trilostano, que actúa reduciendo la actividad de las glándulas suprarrenales.
Este es un tratamiento al que la mayoría de los perros responden positivamente y, generalmente, dentro de los 10 días de tratamiento, los síntomas como la sed excesiva y el hambre disminuyen, pero pueden presentarse algunos efectos secundarios.
También es necesario controlar constantemente los niveles de cortisol, utilizando nuevamente la prueba de ACTH, que inicialmente debe repetirse con más frecuencia, también para encontrar la dosis correcta del medicamento, luego, con el tiempo puede retrasarse más.
Síndrome de Cushing en perros: supervivencia y esperanza de vida
La vida promedio de un perro tratado adecuadamente después del diagnóstico de Cushing es de aproximadamente de 2 años / 2 años y medio.
Si tienes más dudas, puedes consultar a un profesional cerca de tu casa, que te brindará una buena atención y responderá a todas tus preguntas.
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