Si el perro vomita, nos enfrentamos a una situación que en algunos casos no debe ser subestimada
Los vómitos en los perros, son un problema más común de lo que puedes imaginar: en general, no hay que alarmarse, pero la pregunta ni siquiera se debe dar por descontada.
En este artículo trataremos de brindarte algunos consejos útiles sobre cómo lidiar con esta situación, analizando también varios tipos de vómitos en los perros, que pueden aparecer dependiendo el caso.
Al igual que en los seres humanos, los vómitos pueden causar pequeñas molestias físicas, pero también pueden ser un síntoma de una enfermedad más grave.
Obviamente, este es un padecimiento muy diferente del que acompaña la vida de nuestros amigos felinos: los gatos vomitan con mayor frecuencia, lo hacen para “depurar” una serie de desechos de su organismo.
Para los perros el problema es un poco diferente. En primer lugar: ¡no te asustes! Este es un consejo general. Analiza la situación con la combinación correcta de calma y atención. Por ejemplo, ¿siempre es necesario llevar al perro al veterinario en caso de vómitos?
Digamos que si se trata de un episodio esporádico, básicamente, puedes omitir la consulta con el veterinario, mientras que, si los vómitos son cada vez más frecuentes, es recomendable llamar al veterinario de confianza.
En cualquier caso, a la espera de entender cómo actuar o antes de llevar a nuestro amigo peludo a la clínica veterinaria, es necesario suspender la administración de alimentos. No solo eso: también es mejor eliminar el agua temporalmente.
Distinción entre regurgitación y vómitos
En general, en este punto, es necesario hacer una distinción leve entre regurgitación y vómitos, propiamente dichos:
- La regurgitación es menos severa y casi siempre sucede inmediatamente después de comer, cuando los alimentos aún no se han podido digerir. Cuando hay regurgitación, los alimentos se expulsan prácticamente enteros, pero no hay síntomas de náuseas o de bilis (la bilis es una secreción líquida amarillenta, amarronada o de color verde oliva, producida por el hígado. Interviene en los procesos de digestión funcionando como emulsionante de los ácidos grasos).
- El vómito es más severo y viene acompañado de bilis, junto con una considerable agitación del perro, así como de náuseas, en casos más graves puede haber vómitos con sangre. En este último caso, o si observas rastros de sangre, pueden existir dos causas: rotura de capilares debido al estrés (menos grave), síntomas de úlcera o envenenamiento (definitivamente más grave).
No te dejes engañar si el perro come hierba, césped o pasto y vomita: a veces puede actuar como un paliativo, pero si el vómito es persistente, será mejor que el perro no ingiera hierbas.
Tipos de vómitos en perros: el vómito del perro no es “igual” en todos los casos, de hecho, existen diferentes tipos.
Ahora trataremos de enumerar algunos tipos de vómitos en los perros, tratando de entender lo que pueden implicar:
El vómito amarillo
En el conocimiento estrictamente médico, generalmente indica un problema duodenal, así como una mala funcionalidad del píloro. Es un vómito gástrico que puede volverse gradualmente marrón.
Sin embargo, a menudo se debe a un ayuno prolongado del animal y cuando el perro reanuda la comida, su estómago sufre y se “sobrecarga”.
El vómito verde
Generalmente, si el vómito del perro es verdoso, no es un jugo gástrico, podría ser bilis.
El vómito marron
Existen distintas causas cuando el vómito en el perro es marrón: úlceras estomacales, formas de obstrucción intestinal, tumores o enfermedades en las encías, y obviamente, también si la mascota ha ingerido alimentos inadecuados.
Vómitos con espuma
En este caso las causas pueden ser varias:
- El perro come demasiado rápido, y al hacerlo también se tragó el pelo o el polvo presente.
- Hizo demasiados movimientos o un esfuerzo excesivo o desmedido.
- Una gastritis común, durante la cual expulsa líquido bilial.
- Abdomen inflamado debido a que el estómago obstruye o bloquea las sustancias digeridas.
Vómitos con sangre
Este es uno de los casos que deben monitorearse más cuidadosamente. Como hemos mencionado anteriormente en este artículo, por un lado, “simplemente” puede tratarse de un capilar roto debido al esfuerzo en la arcada, por otra parte, podría ser una úlcera o un envenenamiento, y en este caso no habría absolutamente ningún tiempo para perder.
Vómitos en perros: el perro vomita y no come
Parece casi obvio decirlo, pero no lo es: difícilmente un perro que vomita con cierta regularidad tendrá apetito. Sin embargo, si su instinto voraz se apodera de él, debes evitar darle de comer a tu mascota, esperando los controles apropiados.
Vómitos en perros: vómitos y diarrea
El perro puede ser presa fácil de parásitos intestinales, tener diarrea o estar infectado por enfermedades infecciosas.
La lista anterior de los tipos de vómitos en los perros puede ser solo indicativa: no es fácil distinguir exactamente el tipo de vómito del perro, al igual que no es fácil hacer un diagnóstico “casero”.
En todos los casos hay situaciones y causas recurrentes, que sin embargo pueden requerir diferentes tratamientos según sea el caso, pero también, se deben tomar en cuenta otros aspectos como la raza, la edad y los antecedentes médicos de la mascota.
En gran medida, los tratamientos recomendados para los vómitos de los perros, incluyen: medicamentos antivirales y antidiarreicos, protectores gástricos simples o fluidos intravenosos, hasta una terapia más “intensiva”, con la utilización de antibióticos o la desparasitación.
Vómitos en perros: por qué aplicar el sentido común
Como puedes ver, no hay un solo tratamiento o remedio casero en el sentido estricto: es necesario aplicar el sentido común y entender cuando es un simple “mal día” para el estómago de tu amigo de cuatro patas, y cuando en cambio, se encuentra ante una situación mucho más seria.
Por seguridad, siempre realiza todos los exámenes y análisis a tu perro, para evitar sorpresas desagradables. Por lo demás, recuerda que siempre debes cuidar la dieta de tu perro: no solo al momento de elegir los alimentos que tu mascota debe comer, sino también, para controlar la forma en que tu amigo de cuatro patas consume sus alimentos.
Vigila a los “cachorros” que corren el riesgo de vomitar bocados demasiado grandes, y al mismo tiempo, presta atención a los perros grandes, especialmente si son particularmente voraces, ya que podrían comer con una especie de “efecto aspirador”. Sin embargo, el cuerpo no perdona y tiende a rechazar todo lo que ha sido ingerido de manera excesiva e incorrecta.
Vómitos en perros: busca un profesional
Si tienes más dudas, puedes consultar a un profesional cerca de tu casa, que te brindará una buena atención y responderá a todas tus preguntas.
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